Las universidades y las artes ante la pandemia
Desde la Red Argentina Universitaria de Artes (RAUdA) -que integra la Facultad de Artes UNC- saludamos a la enorme y diversa comunidad vinculada al quehacer artístico y cultural de nuestro país, destacamos su invalorable aporte en esta emergencia humanitaria mundial y remarcamos la necesidad de que se implementen políticas que atiendan la frágil subsistencia del sector.
Vivimos tiempos aciagos, el Covid-19 ha azotado a la mayor parte del planeta destruyendo vidas humanas y recursos materiales. Este hecho, sin antecedente para las actuales generaciones, significa un total descalabro de las formas de vida de las personas y comunidades. Son aún inciertos los efectos que tendrá a futuro sobre los entramados económicos, sociales y culturales, y es prematuro todavía para analizar acabadamente el impacto de la pandemia en nuestras subjetividades y en los hábitos que se modifican sin retorno.
Aunque algunas cuestiones ya han quedado en claro. Una de ellas es el relevante papel que tienen las artes y lxs artistas en esta traumática experiencia. En un contexto en el que nuestra cotidianidad se vio inundada de estadísticas que hablan de infectados y muertes, de curvas de contagio, vacunas, plasmas, respiradores, capacidad de las salas de terapia intensiva, etc., las artes muestran -una vez más- su carácter “sanador”. Permiten sacarnos del aislamiento, del ser meros individuos biológicos, temerosos del contagio. Las artes inventan y abren -sin dañar las distancias necesarias-, espacios de encuentros con otros relatos, historias, fantasías, bellezas. Humanizan nuestras vidas y nos conectan sensiblemente con esa dimensión colectiva esencial que nos constituye. En la diversidad de recursos pantallísticos, lxs artistas ofrecen cine, teatro, danza, música, pinturas, textos, mixturas, acompañándonos en el distanciamiento y la incertidumbre.
Es importante señalar que alrededor de las diversas carreras y facultades que se congregan en la RAUDA, hay miles de estudiantes, docentes y egresadxs que habitan y crean el fecundo campo de las artes y la cultura, que resisten, transforman, invitan, acomodan, investigan, producen, colaboran para transitar los nuevos padecimientos. Las artes no solo brindan las obras en sí, sino
que también producen conocimientos, promueven conceptos y abonan afectos con los que nos vinculamos con el mundo.
Por ello, queremos proponer un reconocimiento a lxs artistas que –con mayores o menores recursos- enfrentaron (y enfrentan) la pandemia convidando sus creaciones en conciertos, obras de teatro, cuentos, espectáculos de danza, videos y un sinfín de experiencias estético-expresivas que vienen “a ofrecer su corazón” a lo largo y ancho del país, sosteniendo a quienes permanecen en sus casas o asisten al trabajo en las difíciles condiciones de emergencia.
Al mismo tiempo, y de manera paradojal, mientras las artes y la cultura ocupan un lugar central en la cotidianidad, lxs artistas y productorxs culturales pelean por su subsistencia. Esta crisis dejó expuesto que la fragilidad es la norma en la que trabajan nuestrxs creadores, aún en tiempos “normales”. La falta de recursos para atravesar el paro forzado de la actividad ya muestra sus secuelas con cierres de teatros, centros culturales, cine clubes, salas de artes, librerías y otros espacios de producción cultural. Indudablemente la situación se vio agravada, como en todos los ámbitos nacionales, por la secuela de cuatro años de políticas neoliberales que significaron un gran abandono del bien común.
Sabemos que las políticas públicas tendrán que enfrentar emergencias alimentarias, sanitarias, de vivienda, atendiendo a los sectores más castigados por esta crisis. Pero también sabemos que reconstruir el tejido social dañado por las desigualdades y la pandemia, necesita de la urgente implementación de políticas nacionales, provinciales y municipales que reparen el entramado de producción cultural largamente golpeado. Esto requerirá destinar recursos, elaborar nuevas propuestas, generar leyes de fomento y protección, trabajar coordinada y mancomunadamente. En situaciones tan críticas no podemos darnos el lujo de desproteger a nuestra cultura y a sus creadorxs.
Desde la red argentina universitaria de artes, con sus veintitrés instituciones que albergan diversas prácticas artísticas de sur a norte y de este a oeste de nuestro país, asumimos el compromiso de continuar trabajando en la reconstrucción y el fortalecimiento de nuestra cultura, en pos de acompañar un proyecto de país democrático, inclusivo, federal, que promueva la participación y el buen vivir comunitario.
Septiembre del 2020.
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