Historia

La Asamblea Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba creó, el 12 de noviembre de 2011, la Facultad de Artes. Fue una votación histórica, con el voto unánime de 210 asambleístas. En ese marco, el Honorable Consejo Superior fijó un proceso de normalización de la Facultad hasta junio de 2012. 

Anteriormente, esta unidad académica funcionaba como Escuela de Artes, dependiente de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC. De cualquier manera, sus primeros orígenes se remontan al año 1948, cuando la ciudad de Córdoba, una localidad de provincia en proceso de industrialización acelerada, ve nacer dentro de la Universidad Nacional una Escuela de Bellas Artes. En esa época la escuela osciló entre su emergencia o desaparición en varias ocasiones, por lo que los esfuerzos por mantenerla abierta fueron varios y frecuentes.

Desde su creación, el 3 de diciembre de 1948, la Escuela Superior de Bellas Artes funcionó en una vetusta casona de Avenida Colón al 600. Su primer director fue el arquitecto Lo Celso. Contaba desde entonces con aulas- taller y biblioteca. El año 1959 se registra como un momento de renovación académica en la que se propusieron cambios a los planes de estudio y se crearon las carreras de Plástica y Música. También fue el año de la mudanza de la Escuela a la ciudad universitaria. Puede detectarse muy claramente el año 1960 como el período a partir del cual la Escuela entra en una etapa de clara organización académica con el perfeccionamiento de sus planes de estudios y organización funcional.

Durante el rectorado del Dr. Jorge Orgaz y con la dirección del Arq. Raúl Bulgheroni, se inicia un proceso de actualización y eficientización de la estructura básica aplicada a los estudios de artes en la Universidad que la lleva hasta el año de su intervención y anexamiento (1975), a ser un modelo en su disciplina comparada con otras Escuelas de Artes de nivel universitario en el país. Se estima que para la época, no existían, en el ámbito privado, instituciones que reunieran en su hacer las actividades que, en materia de enseñanza, extensión y aún en investigación, cumplía esta Casa.

Entre los perjuicios ocasionados a la Escuela podemos mencionar la desafectación del Museo Pedagógico (archivo didáctico de obras de Trabajos Finales), Sala de Exposición de muestras especiales y finales, de las partidas presupuestarias propias y aquellas afectadas al sostenimiento del Coro Universitario (50 voces), Orquesta de Cámara (12 instrumentistas), Cuarteto de Cuerdas y piano, Centro de Música Experimental, el Teatro estable de la Universidad (todos estos elencos alcanzaron reconocimiento, tanto nacional como internacional) y el cierre y desmantelamiento de los Departamentos de Cine y Teatro.

La Escuela de Artes es anexada a la Facultad de Filosofía en 1975, sin otra fundamentación que la seguridad y la disciplina que arbitrariamente impusieron los interventores del momento, perdió una estructura administrativa que era ejemplar para la época. Basta estudiar documentación y archivos existentes para constatar que, si bien con una población docente y estudiantil mucho menor a la actual, disponía de una estructura que le permitía satisfacer las necesidades de la administración en general, organizada racionalmente a lo largo de varios años y con un sentido propio a las exigencias de su naturaleza. La disolución institucional, operada en 1975 , condicionó la continuidad del proceso iniciado en la década del 60.

El retorno a la democracia en 1983 permitió llevar a cabo una readecuación de los planes de estudios (1985- 1987) conjuntamente con la reapertura de los Departamentos de Cine y Teatro, aunque sin modificarse la situación de dependencia de la Facultad de Filosofía y Humanidades y la falta de asignación de recursos. La Escuela de Artes posteriormente atravesó un proceso de cambio de planes de estudios que intentaron implementar una transformación profunda en la propuesta curricular, abarcando el funcionamiento global de la Escuela e impactando en las prácticas cotidianas.

En noviembre de 2011 la Asamblea Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba la reconoce como Facultad de Artes. Entre sus principales objetivos, esta institución aspira a lograr un alto nivel de exigencia y excelencia en el mejoramiento del grado dentro del marco de un proyecto general de reforma curricular y desarrollo; a reflexionar sobre el arte como fenómeno, a efectivizar la especialización diferenciada y la inserción laboral de sus egresados. Este ámbito de trabajo favorece la proyección de planes de estudio interrelacionando disciplinas, al organizar unidades técnicas para abastecer necesidades básicas de esos campos del saber, la organización de áreas de conocimientos comunes y líneas de especialización.

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