Cuatro pequeñas músicas de orquestas sociales comenzaron sus clases en el Método Suzuki

La Facultad de Artes busca continuar formando a niños y niñas que durante los últimos años participaron de orquestas conformadas en barrios de la periferia cordobesa, apostando a la integración social a través del arte y acercando a sectores excluidos a la universidad 

 

Con algo de miedo y muchas ganas, comenzaron sus clases en el Método Suzuki de la Facultad de Artes de la UNC cuatro pequeñas músicas de la Orquesta-Escuela Juvenil de Tango IPET 351 “El Chingolo” y la Orquesta “Macuca”. Bajo la guía del profesor Néstor Álvarez, las flamantes alumnas de violín Abril Peralta, Priscilla Herrera y Belén Soria, y la violista Abigail Ayelén Minuet, comenzaron el recorrido del método de enseñanza de la música creado por Shinichi Suzuki. Las cuatro estudiantes han sido becadas por la Facultad, dado que su situación socio-económica no les permite afrontar el costo del curso.

La posibilidad de ofrecer los recursos de la Facultad de Artes a la formación de niños, niñas y jóvenes en una situación económica desfavorable es una idea largamente anhelada, más aún cuando asistimos con preocupación al desmantelamiento por parte del gobierno nacional del Programa Nacional de Orquestas y Coros para el Bicentenario. Guiados por la solidaridad y la convicción de que la cultura es un derecho para todos y todas, las Orquesta-Escuela Juvenil de Tango IPET 351 “El Chingolo” y la Orquesta “Macuca”, dirigidas por Guillermo Zurita y Juan Tatián, respectivamente, han formado musicalmente a más de medio centenar de niños, niñas y jóvenes en el ámbito de una orquesta. Luego de un arduo trabajo de más de tres años en este proyecto, muchos niños y jóvenes que viven en situación de pobreza, han alcanzado un techo en su nivel interpretativo que debe superarse en busca de la excelencia musical.

La llegada de Abril, Priscilla, Abigail y Belén para asistir a clases en el Método Suzuki fue fruto de la dedicación de varias personas. Por un lado, las gestiones de Natalia Ferreyra y Santiago Viale, quienes llevan adelante el proyecto “¿Me lo puedo llevar?”, el cual obtuvo una beca de extensión de la UNC el año pasado. Ellos realizan el acompañamiento de los chicos y jóvenes que participan en las dos orquestas, bajo una mirada interdisciplinaria que combina los saberes musicales y del trabajo social. Ahora, ambos llevarán adelante un acompañamiento a las niñas y sus familias en su integración al ambiente universitario -no hay que perder de vista que los sectores más excluidos de la sociedad muchas veces no ven a la universidad como un horizonte en sus vidas-. Por otro lado, Leila Airut y María Laura Disandro, coordinadora y secretaria de coordinación del Método Suzuki, respectivamente, no sólo realizaron todas las gestiones administrativas pertinentes, sino que impulsaron decididamente la concreción de este anhelo. Finalmente, Guillermo Zurita y Juan Tatián, directores musicales de las Orquesta-Escuela Juvenil de Tango IPET 351 “El Chingolo” y la Orquesta “Macuca”, junto a Cristina Gómez Iriondo, directora de Casa Macuca, plantearon esta demanda a la Secretaría de Extensión de la Facultad de Artes, señalando la necesidad de que los niños deben profundizar sus conocimientos musicales una vez alcanzado cierto nivel que les ofrece la orquesta.

Pero el trabajo no termina aquí. La Secretaría de Extensión de la Facultad de Artes y el Método Suzuki están realizando las gestiones necesarias para ampliar las becas a niños y jóvenes de otras orquestas y coros sociales. De este modo, se apuesta por la continuidad del trascendental programa de Coros y Orquestas del Bicentenario, en el cual participaban hasta hace poco tiempo estudiantes y egresados del Departamento Académico de Música de nuestra Facultad. Estimamos que con este tipo de aportes se contrarresta el desmantelamiento del programa encarado por el actual gobierno nacional. Finalmente, entre todos los actores involucrados buscamos otros ámbitos para la continuidad de la enseñanza de diversos instrumentos para niños y jóvenes de las orquestas Chingolo y Macuca. Así, por ejemplo, Cristián Montes, profesor de la cátedra de cello de la FA está dándole clases a Ludmila Segura, integrante de la orquesta Chingolo. Y Axel Córdoba, contrabajista de la misma orquesta, ha comenzado sus clases en la Escuela de Contrabajo Motio, bajo la dirección de Javier Becerra.

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