Carta abierta a la comunidad de la Facultad de Artes

El miércoles pasado toda la comunidad de la Facultad de Artes se dispuso a elegir en una elección directa a directores/as disciplinares de los Departamentos Académicos y a docentes, no docentes, estudiantes y egresados/as que conformarán las Comisiones Asesoras Departamentales. Todo el proceso, siempre acompañado por los/las fiscales de las diferentes agrupaciones participantes, se desarrolló en un clima cordial hasta el cierre de la votación a las 19 hs. Finalizada la jornada, durante la cuenta de votos, en una urna de estudiantes del Departamento de Cine y Tv se generó un conflicto al aparecer 6 (seis) sobres con más de una boleta mezclando votos para representantes estudiantiles, egresados/as, docentes y director/a disciplinar. Ante la falta de acuerdo con la validez de los mismos, los votos fueron recusados dejando la decisión final a la Junta Electoral.

Ante una primera decisión de la Junta Electoral de posponer el tratamiento del tema para la mañana siguiente, basando ésta posición en el corte de energía eléctrica que afectó buena parte de la Ciudad Universitaria en el momento de cierre y entrega de las urnas,  la agrupación Sur, mediante amenazas, gritos y expresiones violentas exigieron a la Junta Electoral tomar una decisión sobre los votos recusados de manera inmediata. Agolpados en las puertas del Decanato, tomando fotos, filmando y grabando, el grupo de estudiantes -muchos/as de ellos/as pertenecientes a las facultades de Psicología, Ciencias Económicas y otras unidades académicas- decidieron permanecer dentro de la institución y se negaron a retirarse, impidiendo de esta manera cerrar el pabellón en tiempo y forma y obligando a nuestro personal no docente a permanecer en funciones más allá de las 00 hs. del día siguiente. Con la intención de atender el reclamo a pesar de las irregularidades del momento, la junta se abocó a revisar la urna en conflicto, haciendo el recuento de votos e inspeccionando los sobres con problemas. Ello se realizó bajo un clima de fuerte hostilidad generado por parte de integrantes de Sur, quienes golpeaban las paredes, puertas y mamparas, cantaban a los gritos con bombos e insultaban a las autoridades de la facultad.

Cabe mencionar que dentro de nuestro sistema democrático están dadas todas las herramientas y garantías  para resolver situaciones como las mencionadas. Todos los claustros pueden acudir a los organismos instituidos para estas ocasiones como la Junta Electoral del Rectorado o la Junta de Apelaciones, quienes están habilitados para intervenir y resolver legalmente los desacuerdos que puedan surgir cuando la Junta Electoral de una facultad toma una decisión que no se ajusta a las expectativas de una agrupación o de cualquier ciudadano/a universitario/a.

El conflicto terminó de resolverse gracias a la unidad que demostró nuestra facultad y a la firmeza de docentes, no docentes y estudiantes frente a este exabrupto sin sentido de quienes, bajo las banderas de la democracia, fueron los primeros en no respetar sus mecanismos y ajustarse a sus instituciones.

Resta preguntarnos ¿por qué la agrupación Sur optó por la violencia, el insulto, la toma de la facultad, y la agresión a las instalaciones del Pabellón México y no acudió a los organismos correspondientes por las vías legales? ¿por qué esta intervención fuera de escala en una elección interna donde la comunidad está eligiendo representantes para un organismo asesor que acompaña al director disciplinar en asuntos académicos? Es difícil no ubicar estas acciones dentro de otro contexto, el de la próxima convocatoria a la Asamblea Universitaria de la UNC. Sería lamentable que estas acciones tengan como fin la desacreditación de una facultad que defiende fuertemente el derecho igualitario de todas las unidades académicas a ser parte real del gobierno universitario.

También cabe recordar que pocos días antes de la elección de rector, en marzo de este año, más específicamente el 24 de marzo, la misma agrupación acusó a esta facultad en el H. Consejo Superior de persecución política, equiparando el clima político de nuestra institución al vivido por esos días en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, cuando sus autoridades dieron parte a la policía para dispersar un grupo de estudiantes que realizaba una reunión política en los pasillos del edificio de Vélez Sarsfield y Obispo Trejo.

Estos “escraches” resultan claros si pensamos para quiénes resultan funcionales. La desacreditación es lo único que les queda frente a los argumentos indiscutibles que entendemos como justos y democráticos junto con otras facultades de nuestra Universidad Nacional.

 

El festejo de nuestros primeros cinco años

El 12 de noviembre nuestra Facultad cumplió cinco años de vida independiente. Como en los años anteriores, esta sería la oportunidad de realizar un balance de aciertos y errores, de proyectos y metas alcanzadas y, principalmente, sería la oportunidad que, año tras año, utilizamos para agasajar a nuestros nuevos/as jubilados/as.

En este 2016 la queridísima profesora Mgter Cristina Rocca y nuestro irremplazable Juan Ocaño serían los agasajados en una pequeña ceremonia. Seguramente aplausos, risas, abrazos y alguna lágrima iban a estar presentes para celebrar la nueva y merecida etapa que comenzaron estos integrantes de la gran família que ahora somos como facultad.

El clima no nos favoreció. Los acontecimientos del pasado miércoles 9 de noviembre opacaron toda organización y espíritu de festejo. La intolerancia, la falta de respeto por las instituciones democráticas y la prepotencia se apoderaron de nuestra facultad ante la insatisfacción de un resultado en las elecciones departamentales.

El pronóstico no era alentador. Hechos del pasado reciente, siendo aún parte de la Facultad de Filosofía y Humanidades, nos adelantaba que una medida extrema como la encarada por un heterogéneo grupo de estudiantes de diferentes unidades académicas de la universidad, podía prolongarse en el tiempo de manera imprevisible. Creíamos sinceramente que éstas prácticas no eran ya posibles si mediaba un mínimo de coherencia y conocimiento de la historia de nuestra institución.

CInco años para la mayoría de edad. El reloj nos indicaba que ya había empezado el jueves pero la tensión que reinaba en el interior del Pabellón México imposibilitaba pensar que un nuevo día había comenzado. A pesar de esto, la claridad de pensamiento y el compromiso con nuestra facultad había puesto en marcha a la comunidad de Artes en busca de las acciones que permitieran solucionar rápidamente la situación reinante. La firme decisión del personal no docente de no comenzar las actividades el día jueves hasta tanto no se garantizaran las condiciones mínimas de trabajo, la rápida acción de docentes y estudiantes de convocar una asamblea para exigir que se respeten los espacios áulicos y la libre circulación por las instalaciones fueron determinantes para la pronta resolución del conflicto.

Simplemente había que respetar los mecanismos democráticos existentes. Pasadas las 13 hs. y luego de asambleas en cada uno de los claustros en las cuales se afirmaron y confirmaron  las posiciones expresadas tempranamente, se tomó conocimiento de lo resuelto por la Junta Electoral de la facultad, dejando en claro que cualquier otra acción debería ser encarada por las vías legales que la universidad ofrece. No había argumento válido para continuar con las acciones iniciadas a las 20 hs. del día anterior por aquel pequeño grupo de estudiantes. Una vez más, la comunidad de Artes se abocó a la tarea de poner la facultad en funcionamiento.

Los frustrados festejos del viernes 11 se prorrogaron para la semana siguiente pero sí hubo motivos para llegar al 12 de noviembre con justificada alegría. Nuestra secretaria Académica escribió a modo de resumen y con una mirada que está por encima de todos los egoísmos vividos recientemente: “¿Qué mejor regalo de cumpleaños podía tener la facultad que toda esta lealtad, este cariño y este compromiso de todos sus miembros?”

Nos queda agradecer una vez más a nuestros/as no docentes, con los/las que seguramente seguiremos discutiendo muchas cosas del día a día y de lo que vendrá; a nuestros/as docentes, con los/las que seguiremos reclamando y buscando la mejor forma de solucionar nuestros problemas académicos (y otros); y agradecer a los/las estudiantes que supieron visualizar y entender el problema y reclamar con sabiduría lo que era necesario reclamar. Y a todos/as en general que, con un grado de madurez envidiable para solo cinco años de vida, acompañaron a la facultad en una situación complicada. 

Los/las esperamos a todos/as el miércoles 16 a las 11 hs.

Myriam Kitroser, Gustavo Alcaráz 
Decanato Facultad de Artes

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